Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Ambientales de Aragón (IUCA, UNIZAR)
Josefina Pérez Arantegui
Fui una niña aplicada que creció en el Barrio de San José, que tenía pasión por la lectura y las matemáticas. En el instituto descubrí la química, un ámbito al que he podido unir otra de mis pasiones: la arqueología. Esto me ha permitido investigar en la caracterización analítica de materiales de yacimientos arqueológicos para conocer cómo se hizo una cerámica, dónde se fabricó, qué pigmentos se usaron en una obra de arte o qué sustancias contenían los cosméticos en la antigüedad. Todo ello para conocer y conservar mejor nuestro patrimonio.
No he tenido dificultades por ser mujer, pero sí que he sentido que necesitaba más méritos para alcanzar la misma consideración. Pero con mi tesón aragonés y la convicción de que una mujer puede hacer todo lo que se proponga, futuras “Indianas Jones” de la química, os animo a entrar en este apasionante sendero de la ciencia.
Qué despertó mi vocación
Fui una niña aplicada que creció en el Barrio de San José. Siempre se me dio bien estudiar, me gustaba lo que me contaban en el cole, tenía pasión por la lectura y, sobre todo, me resultaban muy fáciles las matemáticas. Sin embargo, pensaba trabajar en algo creativo como la decoración o la arquitectura, pero fue en el instituto cuando descubrí la química, especialmente a través de un gran profesor. También en las ciencias es muy importante la creatividad.
Investigo en…
Al acabar la licenciatura de Química llegó la investigación y se me presentó la oportunidad de aunar dos de mis pasiones: la química y la arqueología. Desde mi doctorado y durante todos estos años, mi investigación se ha centrado en la caracterización analítica de materiales de yacimientos arqueológicos o de museos, de nuestro patrimonio en general. Conocer a través de su análisis cómo se hizo una cerámica, dónde se fabricó, qué minerales se usaron para producir metales, qué pigmentos se usaron en una obra de arte, qué sustancias contenían los cosméticos en la antigüedad ,... han sido algunos de mis objetivos. Todo ello para conocer y conservar mejor el fabuloso patrimonio que nos rodea, descubrir la historia que hubo detrás.
Posibles dificultades: mujer/carrera investigadora
Ha sido una carrera profesional apasionante, que me ha llevado a trabajar con gente estupenda y a estar delante de obras de arte maravillosas (poca gente puede decir que ha estado delante de la Gioconda totalmente sola). Sin embargo, no voy a decir que el camino ha sido fácil. Aparentemente no he tenido dificultades por ser mujer, pero sí que he sentido que mi trabajo se valoraba menos, que necesitaba más méritos para alcanzar la misma consideración o que tenía que salir al extranjero para poder hacer allí lo que quería hacer aquí. Pero con mi tesón aragonés y con la convicción de que una mujer puede hacer todo lo que se proponga, futuras “Indianas Jones” de la química, os animo a entrar en este apasionante sendero de la ciencia.